4 lecciones de la bailarina principal Paloma Herrera
Paloma Herrera en el Lago de los cisnes Foto: Gene Schiavone
¿Hay algo que un empresario o empresaria pueda aprender de una bailarina internacionalmente reconocida?
Sorprendentemente, ¡la respuesta es sí! Hay una serie de lecciones valiosas que podemos aprender de grandes profesionales, independientemente de su sector.
A continuación, te presentamos 4 lecciones importantes que aprendimos tras hablar con la argentina Paloma Herrera, que ha sido artista invitada en grandes escenarios, desde Tokio hasta Moscú, pasando por Londres y Milán. Ahora reside en la ciudad de Nueva York, donde es la bailarina principal del American Ballet Theatre.
Lección 1: El aprendizaje nunca termina.
Paloma Herrera, 35, ha querido bailar desde que era pequeña. Afortunadamente, las cuidadosas indagaciones de su madre condujeron a que Herrera se matriculara con 7 años en clases supervisadas por Olga Ferri, una bailarina de reputación internacional. La Giselle de Ferris está considerada como una de las mejores interpretaciones de ese papel. Muchas de las parejas de Ferris, como el fallecido Rudolf Nureyev, fueron los grandes bailarines de la época.
El respeto de las bailarinas hacia su primera profesora, a quien Herrera todavía describe como «mi profesora», es prácticamente ilimitado.
Para los grandes profesionales, el aprendizaje nunca termina.
Cuando Latin Business Hoy quedó con Herrera en Nueva York una preciosa mañana, no queríamos quitarle más tiempo del que se podía permitir. Al preguntarla por la hora en la que tenía que dejar la entrevista, dijo que tenía que estar en clase a las 9 en punto.
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