Latina da un Soplo de Vida con Respiremos, una Empresa Sobre Respiración Consciente

by Eugenia Altamira

La emprendedora latina Eugenia Altamira, de origen mexicano, tiene una historia única que contarnos.

Nota del editor: este artículo forma parte de una serie de 3.

La empresa Respiremos nace de la visión de Eugenia Altamira de llevar el Transformational Breath® a México y Latinoamérica. Las primeras semillas se plantaron hace años y ahora Respiremos  ofrece sesiones, talleres y capacitaciones profesionales de Transformational Breath® en Latinoamérica, EE. UU., Europa, Oriente Medio y Asia.

En 2017 Respiremos se centra principalmente en 3 áreas: ampliar la educación sobre respiración consciente, realización de labores de investigación y apoyo a labores sin ánimo de lucro con distintos grupos, incluyendo una prisión de mujeres.

El punto de partida

Crecí en Cabo San Lucas, México, y fui afortunada de vivir allí cuando solo era un pueblo pequeño en el que todo el mundo se conocía y donde podíamos deambular por la ciudad, explorar el desierto y sumergirnos en el mar. Mi madre enfermó cuando estaba embarazada y murió poco después de que yo naciera. Me criaron mi padre, mi abuela, mis tías, las madres de mis amigos y las nuevas esposas de mi padre. Se casó 4 veces y cada una de sus esposas era tan distinta que cambiábamos todo: dietas, vestimenta, colegios, relaciones, amigos, e incluso de ciudad o casa. Estilos de vida completamente diferente. Me encanta compartir esto porque, tal y como lo veo, tengo varios orígenes diferentes.

Cuento con una buena colección de experiencias. Cuando crecía, algunos de los aspectos que conllevaba este tipo de vida fueron duros; había muchos cambios, inestabilidad, la necesidad de integrarme, de crear el menor número de problemas posible y de agradar a todos los que me rodeaban. Pero, a la larga, también me dio mucha flexibilidad, capacidad de adaptación y una visión amplia de la vida.

Mi segunda madrastra me maltrataba física y mentalmente, y aquellos 7 años acabaron realmente con mi autoestima. Perdí el sentido de quién era. Me costó mucho encontrarme a mí misma y a mi identidad. Curarme y perdonar.

La constante en mi vida

Eugenia Altamira madre, hermana y sobrinas
Eugenia Altamira madre, hermana y sobrinas

La constante de mi vida, incluso en las peores horas, fue una familia cariñosa.

Mi hermana ha sido mi compañera, mi guardiana, mi protectora, ella me defendería con su vida y yo haría lo mismo por ella. Veo a muchas hermanas que se pelean constantemente y por eso cada día agradezco tener esta conexión con ella. Mi padre siempre ha estado ahí, dispuesto a dedicarme unas buenas palabras, siempre con una aceptación y confianza incondicionales.

Siempre me hizo sentir apreciada. Y siempre sentí un gran amor y apoyo por parte de mi familia: mis tías y mi abuela fueron unas madres increíbles, cariñosas, cuidadosas y comprensivas. Creo profundamente en la fuerza de la familia, en el enriquecimiento que genera e incluso en los desafíos que supone.

Mi familia me ha mantenido juiciosa y motivada, y es uno de los grandes motores de mi vida. Ahora me toca a mí estar presente para las generaciones jóvenes y pasar este precioso regalo que son los valores familiares. Considero que es uno de los regalos más importantes que puede ofrecer la comunidad latina. El amor y la solidaridad que proviene de este tipo de crianza.

Ahora soy consciente de cómo cada uno de los momentos de mi vida ha forjado mi carácter y la persona que soy hoy. Y puedo decir de verdad que me gusta la persona que soy ahora, así que no cambiaría ninguno de estos momentos.

Eugenia Altamira de joven y su hermana
Eugenia Altamira de joven y su hermana

Mi familia está repleta de mujeres fuertes y autosuficientes

Mi familia está repleta de mujeres fuertes y autosuficientes. Mi abuela siempre fue la piedra angular de su familia y esa tradición ha continuado con mi generación.

Somos solucionadoras de problemas, lo que he aprendido de mi educación, de todas mis «madres», es que cada problema tiene una solución, simplemente tenemos que seguir intentándolo y concluiremos con éxito. ¡Puedes estar segura de ello!

Ha sido muy útil tener esta mentalidad. Mi padre es dentista, al igual que mi abuelo, y en el fondo de su corazón siempre ha sido un artista: pinta, toca la guitarra, canta, incluso crea pequeñas esculturas en madera y piedra con las herramientas de su oficina de odontología. Me parece fantástico que pueda combinar estas dos facetas.

Creo que la mayor enseñanza que me ha dado mi padre es saber aceptar la vida tal y como viene y siempre encontrar felicidad en ella si la buscamos.

Soy la segunda persona de mi familia en mudarse a EE. UU., la otra fue una prima que lleva años aquí pero con la que no mantengo contacto. La verdad es que nunca me vi viviendo en Estados Unidos porque en mi cabeza mi hogar siempre será México. A lo largo de mi vida, he dejado México por uno o dos años, siempre para volver.

Fue mi trabajo y el amor los que me trajeron aquí de manera permanente

Hace 10 años, la co-creadora de la técnica de Transformational Breath®, la Dra. Judith Kravitz, me contrató para ser su asistente personal en un programa de prácticas y me mudé a vivir con ella en New Hampshire. Durante ese tiempo, tuve la oportunidad de viajar por todo el mundo enseñando con ella. Y también conocí al que ahora es mi marido.

Él también era facilitador de Transformational Breath® y nos enamoramos mientras trabajábamos juntos. Ya llevamos 7 años casados y considero que esta relación es uno de los mayores regalos que me ha dado la respiración consciente.

Debido a una infancia inestable y a una historia de abandono, era incapaz de construir relaciones sanas y tenía un miedo tremendo al compromiso. Tras años de tratamiento psicológico, finalmente pude encontrar soluciones y respuestas en la respiración consciente.

Y quiero tanto a este hombre que decidí mudarme a EE. UU. para que pudiéramos estar juntos.

La verdad sea dicha, él me siguió a México cuando mi pasantía finalizó y me convenció para que nos casáramos y nos mudáramos a EE. UU. Fue muy romántico. ¿Cómo podría decir «no» a un gesto semejante? Y entonces comenzó toda una aventura nueva. ¿Cómo crear una vida para mí, de manera permanente, fuera de México?

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