Un Mundo Cambiante y Ventajas de las Nuevas Reglas
El mundo de los negocios está cambiando y es sabio entender y aprovechar las nuevas reglas.
Cuando me convertí en el líder de mercadotecnia y marca global de Deloitte, estaba seguro de solo dos cosas: había mucho que necesitaba aprender rápidamente y podía minimizar los errores típicos de la curva de aprendizaje siguiendo la sabiduría convencional: “Piensa globalmente, actúa localmente”.
Ocho años y 3 millones de millas aéreas más tarde, todavía estaba seguro de dos cosas. Primero, nunca pude aprender lo suficiente. Segundo, la sabiduría convencional ya no es suficiente. Estas conclusiones reflejan un cambio fundamental en mi forma de pensar acerca de cómo construir y operar negocios globales.
El cambio no sucedió de la noche a la mañana. Fue un proceso acelerado cuando me mudé de mi Madrid natal a vivir en la ciudad de Nueva York, un lugar que, en muchos sentidos, es un microcosmos de nuestro emocionante, tumultuoso y diverso mundo.
La reubicación sacudió mi percepción de que operar una empresa en muchos países solo requería una estrategia general, un cierto reconocimiento de las diferencias locales y una logística de clase mundial. Nada más lejos de la verdad.
De hecho, cuando llegué a Deloitte hace casi una década, la marca estaba dispuesta a desafiar a otros gigantes de la industria para lograr el reconocimiento del mercado que merecíamos. Ese objetivo se convirtió en mi misión.
Me enorgullece decir que hoy, Deloitte es una de las redes de servicios profesionales globales preeminentes, que ha superado a sus competidores por primera vez tanto en ingresos como en tamaño durante el año fiscal 2010.
Como resultado de esta experiencia, y luego de asesorar a los Directores Ejecutivos en muchas compañías en todo el mundo, desde entonces he cambiado mi visión de “piensa globalmente, actúa localmente” a un nuevo enfoque, “piensa holísticamente, actúa personalmente” (THAP, por sus siglas en inglés), que creo que ha permitido a las empresas operar, comunicarse y trabajar mejor de manera productiva a través de las fronteras.
Los invito a aprender más sobre “pensar globalmente, actuar localmente” en una serie de artículos que estoy creando. Aunque pueda parecer simplista en papel, puedo asegurarle que su implementación requiere disciplina y compromiso.
Para empezar, se requiere la voluntad de liderar y dar un paso adelante. Una vez que funciona, y sí que funciona, todos se sienten como miembros respetados y contribuyentes de la organización y el enfoque se vuelve a reforzar.
La nueva realidad
La certeza es asunto del pasado. Las empresas ya no pueden darse el lujo de asumir que pueden sobrevivir a fallas en el mercado con algunos ajustes de último minuto: los mercados ahora son demasiado variables desde muchos ángulos para que sea un enfoque sostenible.
No es suficiente desarrollar simplemente una respuesta de último minuto ad hoc a medida que ocurren los cambios; las compañías fuertes tienen una mentalidad y un enfoque que anticipan el cambio y cuentan con sistemas que pueden manejar cualquier cambio de manera rápida y eficiente.
El cambio viene de muchas direcciones diferentes
El cambio proviene de tantas direcciones diferentes, que las compañías y los líderes pueden ser perdonados por sentirse abrumados o cegados.
Todos los días, nos enfrentamos a una multitud de cambios que afectan a todos los aspectos de la gestión de una empresa. Las leyes, los reglamentos, los requisitos de cumplimiento, las preferencias de los clientes, las tecnologías, los competidores, los cambios demográficos y los cambios en los estilos de vida son solo algunas de las fuerzas en juego.
Todos éstos presentan inmensos desafíos para cualquier empresa, pero cuando se ven magnificados por muchos otros países, empresas y clientes que ingresan al mercado global con diferentes requisitos legales, costumbres, culturas y preferencias de los consumidores, los desafíos son verdaderamente inmensos.
El tiempo avanza y los mercados evolucionan. El éxito solo se concretará para aquellas organizaciones que respondan con eficacia y rapidez a la única constante que queda en el negocio: el cambio.
Piensa holísticamente, actúa personalmente
Entonces, ¿por qué las empresas no se preparan de manera adecuada para el cambio cuando saben que éste es un aspecto tan inevitable y esencial de hacer negocios?
Sugeriría que no es porque desconocen la constancia de la volatilidad, los requisitos legales y las condiciones del mercado que cambian constantemente; es más probable que sea porque no saben cómo adaptarse mejor a sus empresas para este nuevo desafío.
Algunas empresas, sin embargo, mantienen el rumbo. De hecho, existen aquellos que prosperan a lo largo de los años: entidades de todos los tamaños en industrias y geografías en todos los ámbitos que esquivan desafíos de todo tipo.
Las ideas de estas empresas son reveladoras, ya que sugieren varias acciones que son necesarias para fortalecer su negocio. En otras palabras, destacan cómo posicionar a su empresa para un progreso distintivo, duradero y rentable.
En resumen, se trata de seis elementos que, cuando se usan juntos, ayudan a las empresas a lograr su objetivo de crecimiento sostenido y provechoso.
Estos se explicarán a lo largo del próximo conjunto de artículos, pero se basan en varios elementos clave, entre los que se incluyen: centrarse en la razón detrás del negocio, generar y maximizar los ingresos, despertar a las personas, desarrollar una buena reputación, establecer relaciones comerciales y garantizar resistencia.