Emprendimiento y Musicalidad: Lecciones de Innovación para Líderes Empresariales
¿Qué podemos aprender de la interpretación musical para mejorar el proceso emprendedor?
La buena música, como las grandes ideas empresariales, conecta emocionalmente con la audiencia. Los emprendedores, al igual que los músicos, son expertos en la creación de productos o servicios que no solo funcionan bien sino que también resuenan a un nivel profundo con sus clientes. Permitidme explorar algunos paralelos entre los entornos laborales emprendedores y la musicalidad. Soy música amateur (¡enfatizo amateur!). Durante toda mi vida la música me ha dado una gran alegría, tanto al consumir música de todos los géneros como al participar ocasionalmente en funciones musicales. He encontrado fuerza e inspiración en la música. La disciplina que se requiere para una buena interpretación es estimulante. He aplicado lecciones de mis experiencias musicales a mis actividades innovadoras en el trabajo. Así pues, ¿dónde se cruzan la musicalidad y el emprendimiento?
Hacer algo de la nada
Me encanta llenar una habitación con música. No puedes tocarla, pero todos la sienten, y con algunas melodías es casi seguro que los oyentes se pasarán el resto del día tarareando la canción. El proceso de creación musical no es fácil, ni mucho menos, al igual que la ideación en los negocios requiere creatividad, habilidad, y mucha práctica. Para crear una pieza musical única, o para ofrecer una interpretación convincente, se empieza con una idea, se encuentran los intérpretes y los instrumentos adecuados, se junta todo con visión, pasión, y precisión, y se presenta todo al público. Este proceso se parece mucho a la forma en la que una startup emprendedora puede pasar de ideación al mercado, reclutando a los expertos adecuados e identificando las herramientas precisas. Este no es un proceso simple ni rápido, pero cuando se hace bien es realmente algo mágico, al igual que hay magia en la música.
Improvisación
Los músicos improvisan de dos formas. La primera es la desviación intencional del tema. Escucha esta interpretación de Mayeya de Mongo santamaría: hay un tema claro, pero hasta los primeros acordes son una variación de ese tema, variaciones que continúan a lo largo de la pieza. La improvisación es esencial en el género del jazz, pero también existe en la música clasica, como en este ejemplo de Mozart, variaciones sobre un tema que probablemente reconocerás.
Un tipo diferente de improvisación musical ocurre cuando algo sale mal durante una interpretación. Una profesora de piano me enseñó hace mucho tiempo que si se te resbala un dedo, sigues adelante: respira, sonríe, y encuentra alguna forma de volver a la versión correcta, tal vez incluso haciéndole un pequeño guiño al público. La improvisadora de élite Ella Fitzgerald nos ofrece un ejemplo inspirador. Cantando Mack the Knife en Berlín en el año 1960, Fitzgerald olvida la letra de la canción, aproximadamente al minuto y medio después de comenzar. Pero su genio para la improvisación hace de ésta una de sus interpretaciones más memorables (y con razón le valió a Fitzgerald dos premios Grammy).
En el emprendimiento, la improvisación y la agilidad son claves para el éxito. Aquí también hay dos formas de improvisar. La primera es la desviación intencional del estándar: un nuevo producto que “improvisa” sobre una herramienta existente para hacerla más funcional o más atractiva visualmente, una nueva forma de brindar un servicio para hacerlo más deseable. La segunda forma de improvisar es en respuesta a cambios en el mercado o cuando surge una adversidad. En la transición a la prestación de servicios en línea al principio de la pandemia, por ejemplo, todo tipo de empresas tuvieron que improvisar, y algunas de esas improvisaciones han permanecido, la telemedicina siendo un ejemplo destacado.
Colaboración
En la música, las grandes interpretaciones surgen de músicos que trabajan en sincronía, complementando sus puntos fuertes y escuchándose entre sí, incluso de forma asincrónica, como en esta interpretación virtual de una composición de Philip Glass interpretada por el Brooklyn Youth Chorus. Esta compleja colaboración es directamente paralela a los ecosistemas empresariales exitosos en los cuales los fundadores, los miembros del equipo, los inversores, y los socios crean algo más grande de lo que cualquier individuo podría hacer solo. La colaboración no sucede por sí sola, y no es suficiente tener un líder fuerte: cada colaborador desempeña un papel esencial. La disciplina y el esfuerzo, la sensación de saber cuándo avanzar y cuándo frenar, conducen a algo más grande que la suma de las partes.
Resonancia emocional
El filósofo Friedrich Nietzsche escribió que “sin música, la vida sería un error”, una invitación a reflexionar sobre el hecho que la música no es simplemente entretenimiento superficial sino más bien una fuente de significado para nuestra existencia, una necesidad humana fundamental. La música nos proporciona una metáfora convincente de la complejidad de la mentalidad emprendedora y su rica resonancia emocional. Los paralelismos entre la musicalidad y el emprendimiento son profundos y creo que ofrecen ideas para los líderes empresariales. Ambos ámbitos requieren creatividad, disciplina, y la capacidad de conectar con los demás a nivel emocional. Ya sea en el escenario o en la sala de juntas, alcanzarás éxito si logras equilibrar la experiencia técnica con la expresión creativa, la estructura con la improvisación, y la colaboración con una visión unificada.
Sobre la Imagen: El portal del club Jersey Amarillo en Madrid cita a Nietzsche.
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