La Travesía Empresarial de una Familia que Comenzó en Cuba
El legado de este espíritu empresarial latino fue transmitido al nieto de Domingo e hijo de Julio René, René.
Muchos años antes de que Díaz Foods se convirtiera en el mayor distribuidor de productos hispanos en los Estados Unidos, el patriarca de la familia Díaz, Domingo Díaz, era un empresario exitoso en Cuba. Domingo era propietario de una gran cantidad de tierras y de dos grandes ranchos de ganado y la familia disfrutaba de su éxito y de su hermoso país.
Cuba
En 1966, varios años después de la Revolución Cubana, Domingo dejó Cuba y se dirigió solo a los Estados Unidos para asentarse y establecer una vida para él y su familia. Domingo se estableció en Atlanta, donde trabajó como conserje. Aproximadamente un año después de su llegada a los Estados Unidos, la familia de Domingo llegó a Atlanta.
El impulso para darle a su familia hispana una vida maravillosa empujó a Domingo a buscar nuevas oportunidades. La historia de Díaz Foods se inició en 1970 cuando Domingo, después de mucho ahorro y sacrificio, compró la primera de varias pequeñas tiendas de comestibles.
Reconociendo las oportunidades
Don René
El espíritu empresarial que llevó a una familia a comenzar de nuevo en los EE.UU. con esa primera tienda de comestibles no se detuvo en Domingo. A medida que el negocio fue creciendo, el hijo de Domingo, Julio René, vio oportunidades para expandir el negocio a nuevos mercados. Con su negocio sólido en Atlanta, Julio René identificó la oportunidad de expandir su línea de productos alimenticios para atraer a la gran población afroamericana en Atlanta. La cultura alimentaria compartida entre latinos y descendientes de las naciones del Caribe Occidental llevó a la adición de aceite de palma, pescado seco, yuca y cerveza de jengibre en los pasillos de las tiendas de comestibles de Díaz.
En los años previos a los Juegos Olímpicos de verano de 1996 en Atlanta, la ciudad experimentó un aumento en su población mexicana. Varios restaurantes mexicanos comenzaron a aparecer en toda Atlanta. Y una vez más, Julio René vio la oportunidad de hacer crecer el negocio al vender sus productos a estos restaurantes. Díaz Foods se expandió para incluir una división institucional de servicio de alimentos.
El legado de este espíritu empresarial se transmitió aún más al nieto de Domingo e hijo de Julio René, René. René comenzó a trabajar en el negocio familiar de comestibles a la edad de diez años. Él se ubicaba en la caja registradora, junto a su abuelo Domingo y su padre, Julio René. A los catorce años, René conducía el camión de producción y a los quince años, conducía a Miami con su padre, en viajes de compras para adquirir productos estadounidenses. Hoy René es el Director Ejecutivo de Díaz Foods.
Planes y sueños más grandes para el nieto de un empresario cubano
Al crecer en Atlanta, sede de Coca Cola Company, René estaba decidido a ir a la universidad, obtener una maestría en administración de empresas y convertirse en empleado de Coca Cola Company.
La familia Díaz
René trabajaba largas jornadas en las tiendas y asistía a la universidad por la noche. Nunca se saltó un semestre y, aunque a menudo llegaba tarde a clase, siempre “aparecía”.
A medida que avanzaban los semestres y las largas horas continuaban en las tiendas, René decidió que era hora de establecer su propio rumbo. Su abuelo y su padre estaban envejeciendo, pero todavía muy involucrados en las operaciones y decisiones del negocio.
“El negocio no era mío, tenía que hacer un cambio”, expresa René. Y en 1988, hizo un cambio. Le pidió dinero prestado a su tía para comprar la parte del negocio de su abuelo y de su padre. René trabajó con sus proveedores para organizar los programas de facturación y pago. Hizo un trato con su abuelo y su padre de que si no podía hacer crecer el negocio hasta donde él creía que era posible dentro de un año, se los volvería a vender a ellos.
Convirtiéndose en el propietario de una empresa familiar
Tienda de comestibles Díaz
René pasó momentos estresantes en los primeros años. Cuando él y sus empleados hacían sus rondas de entregas, siempre llevaban consigo recibos de depósito bancario para llegar rápidamente al banco y depositar el dinero del pago que recibían de sus clientes. René señala que “los desafíos financieros del flujo de efectivo y el acceso al capital es algo que siempre permanece con uno”.
Aunque Díaz Foods no siempre tenía un plan de negocios, René aprendió bien de su padre. “Mi padre sabía la importancia de comprender su mercado y las necesidades de sus clientes”.
René afirma que una de las claves del éxito de Díaz Foods fue su gente, conocida como la “familia de empleados de Díaz”, hombres y mujeres comprometidos con el éxito y la dedicación al cliente. Más del 80% de todo el personal es bilingüe, lo que incluye hablantes de español, portugués, francés, alemán, taiwanés e inglés. La diversidad de los empleados de Díaz Foods contribuye al conocimiento general del producto y al entendimiento de las necesidades del mercado. “Sin grandes personas no puedes tener éxito”.
Entre las muchas lecciones importantes que René aprendió está la que le enseñó su abuelo, cuando él tenía unos diez o doce años y es el valor del trabajo duro. El abuelo Domingo lo regañaba con suavidad pero con firmeza “Hijo, sácate las manos de los bolsillos”. “Mi abuelo sabía que siempre había trabajo por hacer, me estaba preparando bien para el futuro”.
Crece una pequeña empresa
Díaz Foods ha crecido en formas que su abuelo y su padre no podrían haber imaginado. Díaz Foods es uno de los mayores distribuidores de productos hispanos (productos refrigerados, lácteos, carne y vegetales) en los Estados Unidos, y atiende a más de 5,000 clientes en 25 estados. Y aunque René no cumplió su sueño de trabajar en Coca Cola Company, Díaz Foods es uno de los principales distribuidores de Coca Cola.
La tecnología ha desempeñado un papel en el crecimiento del negocio. Dos centros de llamadas de ventas de Díaz Food ubicados en México y Atlanta están utilizando soluciones de tecnología de vanguardia para ventas salientes e investigación de ventas. Y cuando llegó el momento de implementar el software de productividad del almacén, “la familia de empleados de Díaz” batió su propio mejor récord de ventas.
Retribuyendo y buscando el equilibrio
Como Director Ejecutivo de una empresa con sede en Atlanta, René entiende y acepta la importancia de la responsabilidad corporativa de Díaz Foods en la comunidad. El propio René ha presidido las campañas de United Way y establecido programas de pasantías en Díaz Foods para estudiantes de secundaria y universitarios. Diaz Foods alienta a sus empleados a ofrecer su tiempo como voluntarios en organizaciones que les apasionen.
Aun cuando es muy ocupado, René sabe que cuando está en casa, está en casa, no hay discusiones sobre el trabajo y el negocio. Él admite que esto no es fácil con el correo electrónico y los mensajes de texto a su alcance.
“Duermo bien por la noche. Mi abuelo y mi padre me enseñaron a respetar el trabajo y comprometerme con él. Hay que ir al trabajo y demostrar que a uno le importa. Pero también hay que saber que hay un momento para estar con la familia y disfrutarla”.