Unas Empresarias Latinas Horneando Generosidad
Los negocios son un asunto familiar para dos mujeres empresarias, las dueñas de Chantilly Patisserie en Bronxville.
Cuando estaban en la escuela secundaria, María y Mariana Delgado Gambini realizaron algunos servicios comunitarios como parte de su currículum escolar.
Ahora, como empresarias, también intentan ayudar a la comunidad. Después de que el Huracán Sandy azotara Nueva York, el negocio de las Gambini, Chantilly Patisserie, comenzó a recoger alimentos. Una semana después del huracán, ya habían acumulado comida por un valor de 30.000 dólares.
«Alquilamos dos camiones y los condujimos hasta Staten Island para entregar la comida», recuerda María. Fue genial. Sienta bien tener la habilidad y la clientela que te permita hacer este tipo de cosas.
Con los ahorros de toda una vida de sus padres para apoyarlas, las empresarias hispanas Maria y Maria Delgado Gambini se embarcaron en una aventura empresarial que unió su amor por todas las cosas de París con sus intereses individuales por el arte, la arquitectura y las artes culinarias, respectivamente.
En enero de 2010, Chantilly Patisserie abrió sus puertas, dando a las mujeres la oportunidad de vender postres deliciosos al acogedor público del pueblo de Bronxvile, en el Condado de Westchester. Su madre, Mirta, es también socia de la empresa.
Oriunda de Tucumán, Argentina, la familia emigró al Condado de Westchester en 1993. María volvió a Bronxville después de la universidad, donde se licenció en Arte y Arquitectura, aceptando un trabajo en el Museo Metropolitano de Arte. María asistió a la escuela de cocina tras la escuela secundaria.
El dúo se enamoró de la Ciudad de las Luces durante un viaje postuniversitario a París. Fue prácticamente como si se miraran entre ellas y se dieran cuenta de que esto era lo que querían hacer, explica María. «Siempre habíamos estado rodeadas de comida. También tenemos raíces italianas. Hay muchos italianos en Argentina y siempre hay comida. Chantilly ofrece repostería de estilo europeo con un toque cultural argentino. Siempre que tenemos la oportunidad intentamos incluir nuestra cultura».
Las dos empresarias comparten con Latin Business Hoy sus consejos para lograr el éxito empresarial.
Pero se necesita más que una buena idea para que tu negocio salga adelante. María admite que es un paso intimidante, especialmente para alguien sin experiencia previa en los negocios. A pesar de ello, anima a otras latinas a que tomen la iniciativa.
«Mucha gente duda a la hora de abrir un negocio debido al miedo a fracasar por no tener experiencia empresarial. Así que cuando se trate de hacer algo, hazlo directamente», recomienda.
Tener un negocio también requiere de constancia. Ella recomienda que no te desanimes. «Los empresarios tienen que seguir aprendiendo y creciendo su negocio», añade.
Consejos a la hora de trabajar con la familia
Dividir el flujo de trabajo puede ser un desafío cuando trabajas en familia, pero María dice que en general trabajar con la familia es algo bueno porque siempre puedes confiar en ellos. «Es difícil porque al tratarse de tu madre y tu hermana piensas que tienes que respetarlas. Pero, por otro lado, piensas «eh, un momento. Son mis socias así que también nos tenemos que respetar en ese sentido. A veces, las posturas pueden encontrarse y es una locura; pero, por otro lado, se trata de tu familia y estáis ahí los unos para los otros. No me gustaría tener negocios con nadie que no fueran estas dos mujeres porque son fantásticas».
Cada miembro de la familia tiene distintas responsabilidades, lo que ayuda a minimizar conflictos. María recuerda que cuando Chantilly abrió por primera vez, su trabajo era ser la artista pastelera, algo que realmente no sabía cómo hacer. Pero se le dieron los materiales y confió en aprender a decorar pasteles. Tenía que hacerlo. El «no» no era opción. «Nosotras no utilizamos esa palabra. No forma parte de nuestro vocabulario».
Marianna es la chef. Ahora María es pastelera y decoradora. También se encarga de la publicidad.
Mirta se encarga de la tienda.También fue la diseñadora y decoradora de la tienda. En el mismo espacio hubo una tienda de reparación de TV así que todo tuvo que rehacerse antes de poder abrir la pastelería.
Fue en aquel momento cuando Luis se involucró para ayudar a su mujer y a sus hijas con algunas tareas de construcción. La única cosa que mantuvimos de la tienda fue el techo, explica María.
Las tres socias tienen voz y voto a la hora de tomar decisiones. Eso incluye todo, desde el color de la pintura de las paredes hasta las recetas. Todos ponemos nuestro granito de arena, añade.
Planes futuros
Como emprendedor, es difícil encontrar un buen equilibrio entre vida y trabajo, admite María, de 33 años, que se levanta a las 4 de la mañana para trabajar. Aunque ama cocinar, es difícil compaginarlo con una vida social. En el futuro, espera que se vuelva más equilibrado, y que le permita hacer un viaje o pasar más tiempo con amigos. Ahora mismo, hay tres mujeres latinas haciéndolo todo.
María espera que sus trabajos estén más definidos en el futuro. Eso las ayudaría a encontrar un mejor equilibrio. Lográndolo, también ayudaría a que María encontrase el tiempo para dar clases de administración de empresa, algo que verdaderamente quiere hacer.
Estas dos empresarias latinas también esperan abrir una segunda tienda y probablemente ofrecer clases.
La venta al por mayor y el catering también se encuentran entre los objetivos futuros de Chantilly. Estamos muy orgullosas de lo que hacemos. Hacemos todo desde el principio, cada día. Queremos que la gente empiece a notar los productos que hacemos. «Cuando la gente entra es como si tuvieran 40 años y, de repente, tienen 7», dice. Los adultos miran arriba y abajo diciendo «quiero este, pero prefiero este, pero también me gusta este». Es bastante cómico. No se lo ponemos fácil a la gente para decidir qué quieren llevarse a casa.