Bobby Sanabria Infunde el Jazz Latino en la Favorita de Siempre “West Side Story”

Sanabria es un firme creyente en la mentoría y esto queda evidenciado en el hecho de que no solo es un músico excepcional, sino que también es un maestro de la música y sus tradiciones en la actualidad.
Él compartió conmigo que a lo largo del camino de su vida, su educación y su trayectoria profesional, siempre ha recibido consejos y grandes experiencias de aprendizaje de importantes mentores. El crédito como su maestro más importante se lo da a su padre José. Siendo un maquinista de clase obrera que trabajaba duro, y que tenía que viajar dos horas hacia y desde su trabajo, el ritual de su padre al llegar a casa del trabajo era cenar y acomodarse en su butaca reclinable y disfrutar escuchando música.
Él sentía un amor extremo por una gran variedad de música y estando pequeño, Sanabria acompañaba a su padre, mientras hacía su tarea, y escuchaba lo que su padre estuviera escuchando. Eso significaba de todo, desde Harry Belafonte, Sergio Mendes y Brasil 66, hasta música tradicional puertorriqueña y música ranchera mexicana.
Su padre lo ayudaba, mostrándole en un globo terráqueo la ubicación de países en lados opuestos del hemisferio para comprender cómo, a través del comercio de esclavos, los sonidos de los tambores de mano y la percusión se trajeron de África y se convirtieron en parte de la cultura de Cuba, Puerto Rico, Brasil y el resto de Latinoamérica.
De esta misma manera, le explicaba por qué la lengua portuguesa se parece un poco al español debido a su proximidad con España en el mapa, y le decía que cuando Portugal se hizo cargo de Brasil, el idioma migró y que es por eso que lo escuchamos en su música, como la samba y la bossa nova.
Sanabria cuenta con cariño que, cuando él era un niño, su padre le abrió todo un mundo nuevo de música y cultura. “Mi padre estaba en todo. Recuerdo que trajo un disco de 45 rpm del éxito del momento de James Brown, que en ese entonces era Sex Machine. No lo podía creer. Le pregunté: “Papi, ¿realmente te gusta el funk?” Él solo se rio y dijo: “¡Por supuesto, es buena música!”
A esta temprana edad, Sanabria también escuchaba la radio hispana y veía muchos de los programas de televisión estadounidenses favoritos, donde reconocía el jazz en el tema musical de espectáculos como Tonight Show de Johnny Carson, Mike Douglas Show, especiales de Frank Sinatra y en dibujos animados como Los Supersónicos y Johnny Quest.
A los 12 años, Tito Puente vino a su vecindario para tocar con su orquesta y Sanabria se abrió paso entre la gente para ver al Rey de los Timbales.
Él afirma: “Ese fue mi Rubicón, porque Tito resultaba muy emocionante como director de su orquesta y virtuoso timbalero. Nunca antes había visto o escuchado algo así a ese nivel: una gran orquesta en vivo con ese tipo de poder. Fue un cambio de vida”. En este momento, él supo exactamente lo que quería hacer en la vida y que quería ir a la universidad para estudiar música.
Al mismo tiempo, también fue influenciado por bandas norteamericanas como Chicago, Blood Sweat & Tears, Tower of Power y Cream, en las que podía escuchar los elementos subyacentes del jazz.
Cuando Sanabria estaba terminando la escuela secundaria, conocería a su segundo mentor, el director de la banda de su escuela secundaria, William Ryan.
Ryan reconoció la seriedad con la que Sanabria y otro compañero de clase y amigo de Bobby se tomaban a música, y supo que ambos querían desesperadamente asistir a la famosa Berklee School of Music. Él sabía que estos muchachos ciertamente tenían el talento para ello, pero también sabía que nunca aprobarían la parte teórica de la audición para ser aceptados.
Les hizo una oferta para enseñarles teoría musical 3 días a la semana después de la escuela durante 1 hora para ayudarlos a prepararse.
Esta pequeña ayuda adicional y atención que el Sr. Ryan les brindó fue exactamente lo que necesitaban, ya que ambos pasaron la audición para ingresar a la escuela. Sanabria también lo reconoce como la primera persona en demostrarle lo que era ser un verdadero músico profesional.
Aunque Bobby idolatraba a Tito Puente por sus virtuosas habilidades como timbalero y director de orquesta, también se dio cuenta a mirar la cara posterior de todos sus álbumes, que se le atribuían los arreglos y, a veces, la composición de su propia música.
Sanabria realmente deseaba tener la misma experiencia musical completa y esperaba que para cuando terminara sus estudios en Berklee, lograría su objetivo de ser un director de orquesta con las habilidades para arreglar, componer y ser un legítimo baterista de jazz. Pero como estudiante de primer año en Berklee en 1975, se encontraría con un verdadero choque cultural, al darse cuenta de que era el primer puertorriqueño en la universidad.
Al respecto, recuerda: “había un par de estudiantes brasileños y argentinos y solo un par de profesores afroamericanos…” pero realmente la población era homogénea en la escuela sin nadie que hablara español, que supiera sobre la cultura latina o que supiera quiénes eran los más reconocidos músicos de jazz o directores de orquestas latinos, como Tito Puente o Machito. Debido a la falta de conocimiento sobre la cultura latina en la escuela, Sanabria se convirtió de facto en lo que él llama un “embajador cultural”.
Los estudiantes, los amigos y la facultad pronto hablarían sobre el estudiante de la Ciudad de Nueva York que tenía cierto conocimiento del auténtico estilo musical latino y acudirían a él para pedirle que escuchara sus colecciones de álbumes. Se convirtió entonces en un maestro, tal como su padre lo había sido para él. Con las preguntas frecuentes sobre su propia cultura que surgían mientras estaba en la escuela, Sanabria deseaba descubrir más y sumergirse en su cultura latina.
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