Latina da un Soplo de Vida con Respiremos, una Empresa Sobre Respiración Consciente

by Eugenia Altamira

Factores que moldearon mi carrera y aspiraciones empresariales

Las experiencias tempranas moldearon mi carrera y objetivos empresariales. Siempre he sido una nómada, abierta a la exploración y a los cambios. Cuando viajo a algún lado, quiero probar la comida, caminar por las calles en silencio simplemente acogiéndolas, dejando que me hablen en susurros de piedra y madera. Me atraen las cosas y experiencias nuevas.

Esto no solo me llevó a muchos países, sino a muchos trabajos distintos. Mi primer trabajo fue como locutora de radio en la única emisora del pueblo cuando estaba en el instituto. Decidí que quería ese trabajo y fui a por él, ni siquiera estaban contratando pero les convencí de que me dejaran trabajar como becaria. Y tan pronto como salió un puesto, lo cogí.

Me sentía alguien importante trabajando en la radio, no te creas. Pero mirando atrás, creo que el aspecto más valioso de esa experiencia fue descubrir que podía cumplir mis sueños si iba a por ellos y trabajaba lo suficientemente duro como para alcanzarlos.

Eugenia Altamira padre y hermana.
Eugenia Altamira padre y hermana

Las consecuencias de los éxitos y fracasos del pasado

Soy una psicóloga autorizada en México, así que imagino que mi interés desde el principio ha sido ayudar a la gente y encontrar las respuestas a traumas mentales y emocionales.

Me pagué la universidad trabajando como camarera, barista, investigadora, etc. Trabajé en bares, universidades, enseñando, investigando, en un hospital mental, como conserje, como formadora de equipos y en muchas más cosas entre medias. Trabajos a tiempo parcial, trabajos paralelos… No me dejé nada.

Amé cada trabajo cuando lo llevaba a cabo, pero siempre estaba preparada para moverme a la siguiente actividad. Lo divertido de la vida es cómo, en retrospectiva, las cosas tienden a tener más sentido.

Cada uno de estos trabajos me dio una habilidad distinta y todos fueron necesarios cuando creé mi propio negocio.

Lo único que nunca contemplé como posibilidad fue ser dueña de mi propia empresa. No me vi en la obligación de contemplar crear un negocio hasta que me mudé a EE. UU.

Fue muy duro al principio. Ya no podía ejercer la Psicología. En México tenía una buena carrera profesional y nunca tuve problemas para encontrar trabajo. Al principio de mi carrera fui profesora titular en una universidad durante 8 años, siendo jefa del Departamento de Investigación y Desarrollo Curricular y publiqué dos libros.

Mi último trabajo profesional antes de llegar a EE. UU. fue en una compañía muy exitosa de creación de equipos. Siempre me encontré en la posición de que si buscaba un trabajo, podía conseguir el que quería.

Tenía cartas de recomendación de todos mis empleadores. Imaginaba que esto importaría y que me abriría muchas puertas. Pero la vida tenía otros planes.

De repente ahí estaba, en un país nuevo, intentando encontrar un trabajo, los meses pasaban y me estaba desesperando. Ni siquiera podía conseguir un trabajo en un supermercado, ¡y solicité en cuatro!

No me contrataban porque estaba sobrecualificada y pensaban que no me quedaría mucho tiempo. Y en sectores más profesionales, mis licenciaturas y méritos no valían en este país. Era muy frustrante.

Empecé a sentirme muy desalentada y, honestamente, también un poco deprimida.

¿Había cometido un gran error al dejarlo todo y empezar de cero?

Me encantaba la respiración consciente, pero la verdad es que no obtenía muchos ingresos con ella. Para que funcionara, tuve que decidirme y empezar a convertir mi práctica como instructora de Transformational Breath® en un negocio.

No tenía ni idea de cómo hacerlo, era feliz trabajando para una empresa, dedicándome a ella y recibiendo un sueldo al final del día. Siendo disléxica, solamente los aspectos financieros de un negocio me resultaban abrumadores. Sabía que me encantaba trabajar en ello, pero no me veía vendiendo, dirigiendo, promocionando, etc.

Supongo que el dicho «los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas» me definía. Porque no hay otra situación en la que me hubiera atrevido a creer que podría hacerlo.

¿Quién hubiera pensado que era capaz? Fue un gran salto y necesité mucha perseverancia, algunas lágrimas y mucho crecimiento personal. ¿Las buenas noticias? ¡Estoy contenta con el resultado! Ahora no podría imaginarme trabajando como asalariada. Cuando nos retamos a nosotros mismos suceden cosas asombrosas.

Es sorprendente cómo lo único que necesitaba era encontrar mi verdadera pasión. No siento la necesidad de buscar trabajos y actividades nuevas. Estoy enamorada de mi trabajo, encaja con mi alegría y paz y no hay otra cosa que quisiera hacer en su lugar.

Lo sorprendente es que además me pagan por ello.

Eugenia Altamira and sister
Eugenia Altamira and sister

Mentores

He tenido muchos mentores a lo largo de mi vida, han llegado en el momento correcto y me han apoyado durante la senda del crecimiento.

Para esta etapa de mi vida, mi mayor inspiración y apoyo ha sido la Dra. Judith Kravitz, co-creadora de la Técnica de Transformational Breath® y directora de la Fundación Transformational Breath®. Es una profesora generosa, dispuesta a compartir abiertamente sus conocimientos. Creo que una de las lecciones más valiosas que he aprendido de ella es la verdadera aceptación y entendimiento del fluir de la vida.

Trabajar con ella me ha permitido ser más flexible, aceptar las cosas tal y como vienen y seguir adelante.

También admiro su habilidad para ser una líder espiritual y al mismo tiempo tener los pies en la tierra.

Esta mujer tiene inteligencia empresarial y es una inspiración para mí de muchas maneras distintas.

Durante la parte 2 hablaré a fondo de mi negocio.

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